- Presión arterial controlada.
- Disminución de la microalbúmina, si se te ha detectado.
- Normalización de los azúcares en la sangre.
- Mantener el peso ideal para tu estatura.
- Disminución del consumo de sal.

La Diabetes mellitus, tipo I y tipo II, es una condición de salud que afecta la función renal necesaria para mantener la vida.
Cada riñón tiene miles de microfiltros pequeños que son responsables de mantener el balance de agua, minerales, ácidos, bases, toxinas y nutrientes para el funcionamiento del cuerpo. Además, los riñones producen hormonas que ayudan en la producción de glóbulos rojos y permiten mantener adecuados los niveles de hemoglobina y niveles de otras sustancias que mantienen los huesos en óptimas condiciones.
Estos microfiltros actúan como coladores con los que, a través de los poros de cada riñón, se retienen o filtran cantidades normales o excesivas de glóbulos rojos. La presencia de cantidades pequeñas de una proteína llamada albúmina podría indicar el comienzo de la enfermedad renal. Cuando la diabetes y la hipertensión arterial ocasionan un daño en los riñones, los poros aumentan su tamaño y permiten el paso de cantidades grandes de glóbulos rojos en orina. Progresivamente, los microfiltros y poros se obstruyen y son incapaces de realizar sus funciones normales.
Debido a esta obstrucción en los microfiltros, las sustancias tóxicas se retienen y ocasionan un daño al cuerpo humano. Además, se desarrollan complicaciones como anemia y deterioro en los huesos. Las funciones globales de los microfiltros se conocen como función renal. Existen pruebas clínicas de laboratorios que pueden detectar si esos microfiltros están funcionando adecuadamente. Las dos pruebas que se utilizan para evaluar la función renal son creatinina en sangre, que mide la función renal, y albúmina en orina. Luego de obtener los resultados de estas pruebas, la capacidad de filtración de los riñones se puede determinar y se decide si es necesario algún tratamiento adicional.
Siempre es recomendado consultar con su médico para que le informe en qué etapa de funcionamiento se encuentran sus riñones. Una detección temprana de la enfermedad renal, en la mayoría de los casos, puede ayudar a evitar el deterioro de los riñones y disminuir el riesgo de requerir el tratamiento de diálisis.